Un Mosaico articulando las tres dimensiones

En el corazón del Plan de Zorrotzaurre, un elegante sistema de edificios permite la integración del “skyline” y el terreno colectivo.

Estos edificios son como un grupo de “baldosas”, cada una de más de 1.000 m2, y permiten que la formación del terreno responda a la curva de la Ría, la trama de calles y el cambio constante en la orientación de los edificios desde aguas arriba hacia aguas abajo.
De esta manera, las “baldosas” proporcionan al plan una unidad global permitiendo, a la vez, la diferenciación entre distritos y conjuntos de edificios. El nivel de las “baldosas” define el nivel crítico de defensa contra las inundaciones, a la vez que crea espacios para aparcamientos subterráneos.

Al enlazar este nivel crítico con el desarrollo de los conjuntos de edificación, el paseo puede descender hasta el nivel normal de la Ría, permitiendo a los bilbaínos una relación más cercana con el agua.
Mientras tanto, sobre las plataformas, los edificios se disponen perpendicularmente al eje de la Ría, abriendo la edificación para que los paseos y las vistas puedan ser disfrutadas por todos.

La rica variedad de espacios privados y públicos que vemos en el plan se consigue mediante la diferenciación sutil de niveles, favoreciendo así un fácil equilibrio entre las necesidades de privacidad y los placeres de la vida comunitaria.